Hoy en clase hemos utilizado el tiempo para modificar (en palabras del profesor, "mejorar") una historia improvisada en ese mismo momento por él mismo.
En la historia original, una alumna se encontraba un libro abandonado en un parque, lo llevaba a clase y allí entre todos, alumnos y profesores, averiguaban que solo habia una hoja con palabras sueltas escritas y a partir de ella realizaban una historia cada alumno poniendo una frase.
Yo lo he modificado con ideas alternativas como que un indigente pobre y borracho dejó el libro, o que la alumna que se encontró el libro tenia Síndrome de Diógenes. Así más o menos acabaría la cosa:
"Una mano enigmática y misteriosa (o no tanto, porque en verdad la mano era de un pobre indigente borracho) había depositado el libro al anochecer en un barco del parque. Allí durmió el libro toda la noche, el aire agitó ligeramente las páginas y al cerrarse de nuevo, una quedo doblada. A la mañana siguiente ahí seguia el libro, puesto que había huelga de barrenderos y no se había limpiado el lugar.
Carolina, nuestra protagonista, lo encontró, (seguramente porque aún con su edad, tenga un atisbo de Síndrome de Diógenes) y se lo llevó a clase. Allí, interrumpiendo al profesor que está hablando de cosas aburridas en ese momento, le mostró a la clase su descubrimiento.
El libro estaba descuidado, mohoso, con las tapas a punto de descuajeringarse, y el paso del tiempo habia conseguido que la tapa y las hojas de dentro se decolorasen tanto que no se pudiera advertir ninguna figura. Al final, en la hoja doblada acabaron descubriendo un dibujo, él único que habia aguantado los años. Y en ese dibujo aparecía Petete, efectivamente, el libro era el Libro Gordo de Petete."
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