Sí, yo estuve en la Performance de Renfe dirigida por el profesor Francisco García.
Sí, yo llevé escapulario y una maleta con un verso del poema de Machado: "El tren". (El primero por la izquierda, of course)
Y me lo pasé bien, al principio con un poco de vergüenza que gracias al tiempo y a mi compañera Ana se me fue pasando poco a poco para después encontrarme bien, lástima que la cosa durara tanto y fueran tan cargada para mis piernas (que no acostumbran a estar tanto tiempo de pie y de un lado para otro).
Ahora, si me preguntas los aspectos profundos y técnicos de la performance te diré que las ideas estaban un poco desordenadas e inconexas entre sí, aunque los distintos ejercicios que fuimos ejerciendo durante la performance eran muy curiosos y gracias a que el profesor ya nos había hablado en clase de ellos (como el cadáver exquisito) pues íbamos sacándolos con mayor o menor esfuerzo.
El contacto con los clientes de la Renfe cubría un gran espectro, desde los que miraban con desconfianza (no me extraña tampoco con el jaleo que montamos entre tanta gente que eramos y la música que nos acompañaba) hasta la gente que colaboraba con un ingenio digno de las horas de la mañana que era pasando por las personas que se negaban de antemano como si fuéramos a venderles algo.
Yo me quedo con la experiencia nueva y crear algo imprevisible para cualquier viandante de Renfe que pasase por allí.
(Imagen de Alba Parra, id a su blog para ver su crónica de la Performance)
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